La Huella de Carbono
mide la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto
directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Calcular la huella de carbono personal
va a permitir al ciudadano tener una visión global de su participación
en el calentamiento global y tomar conciencia sobre el impacto que
tienen sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).
En España cada ciudadano emite 9,8 toneladas de CO2 al año, una cifra cercana a la media de los países más industrializados, donde se roza las 12 toneladas, según el informe "Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España (1990- 2007)",
elaborado conjuntamente por el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) y
la revista World Watch. Un habitante de Mali o Bangladesh apenas emite
de media 50 y 300 kilos de CO2 al año, respectivamente, mientras que un
estadounidense alcanza las 21 toneladas.
A la hora de calcular la huella de carbono hay que tener en cuenta todas las variables de la vida cotidiana:
alojamiento (incluyendo la superficie, el consumo de energía y
equipamientos), transporte (kilometraje hecho en coches, motos, vuelos
en avión, transporte público, etc.), alimentación (cantidades de carne,
pescado, productos lácteos, frutas, vegetales, legumbres, bebidas) y
consumo (equipamiento tecnológico, suministros varios, muebles, ropa,
entretenimiento, etc.).
Para obtener los datos aproximados de emisiones, Internet pone a disposición de los ciudadanos un gran número de calculadoras de carbono. Algunos ejemplos son los instrumentos online de Carbon Clear, Carbon Footprint, CeroCO2, Reducetuhuella.org o la Calculadora de Huella de Carbono de Twenergy, entre otros. La Organización Internacional de Aviación Civil de Naciones Unidas (ICAO) permite también calcular la huella concreta que los pasajeros dejan en sus vuelos.
Si bien las calculadoras de carbono distan de ser un sistema
perfecto, permiten dar una idea de todas las emisiones generadas por
una persona o una pequeña organización durante un periodo de tiempo.
Con el resultado, el consumidor tiene la opción de compensar su impacto negativo sobre el Planeta incorporando hábitos sostenibles en su vida cotidiana como el reciclaje, el ahorro de agua y energía en casa, la reutilización de bolsas de plástico o la práctica de ecoturismo,
entre otras muchas. Para las organizaciones, la huella de carbono
representa una medida fundamental que contribuye a la toma de
decisiones de prácticas sostenibles y estrategias de reducción más
eficaces en la lucha contra el calentamiento del Planeta.
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