ONG ambientales de todo el mundo reclaman establecer áreas marinas protegidas y más medidas de conservación en alta mar
La coalición High Seas Alliance (HAS), de la que forman parte más de 40 ONG y la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN) reclaman establecer más áreas marinas protegidas y un conjunto de medidas que favorezcan la conservación de los océanos profundos, es decir, las aguas de alta mar que no están bajo la jurisdicción de ningún Estado.
Con motivo de las negociaciones sobre un tratado para conservar y proteger casi dos tercios del océano que se reanudan este lunes en las Naciones Unidas y en las que durante los próximos quince días los países tratarán de acordar un primer borrador de texto, las ONG ha señalado sus reivindicaciones. La coalición HAS y UICN reclaman el establecimiento de áreas marinas protegidas (AMP) como un elemento "esencial" para mejorar la capacidad de resistencia del océano, pero admiten que sin este tratado no existe un mecanismo que permita crearlas en la alta mar.
Además, exigen que se realicen evaluaciones de impacto ambiental, ya que aunque algunas actividades están parcialmente reguladas en algunas áreas de alta mar, no existe en la actualidad un marco universal para realizar las evaluaciones de impacto ambiental que preserven de un potencial daño ambiental.
Asimismo, plantean la importancia de repartir beneficios y transferir la tecnología a los países para que todos puedan beneficiarse de la investigación sobre las especies en alta mar y perder así el acceso a nuevos recursos genéticos oceánicos de inmenso potencial, tales como el descubrimiento de recursos genéticos marinos (RGM) que podrían ofrecer nuevos usos farmacéuticos y nutracéuticos, entre otros. Las negociaciones intentarán mejorar los mecanismos de creación de capacidad y de transferencia tecnológica marina en los países en desarrollo.
La Conferencia Intergubernamental (CIG) es la segunda de las cuatro sesiones de negociación encaminada a conseguir un nuevo tratado jurídicamente vinculante para proteger la biodiversidad marina en las áreas fuera de la jurisdicción nacional, conocida como la alta mar. Se considera que estas negociaciones representan la mayor oportunidad en toda una generación para cambiar el rumbo del deterioro y la pérdida de biodiversidad del océano y son el fruto de más de una década de debates en Naciones Unidas.
Además, exigen que se realicen evaluaciones de impacto ambiental, ya que aunque algunas actividades están parcialmente reguladas en algunas áreas de alta mar.
Los grupos de conservación marina han expresado un optimismo sobre los posibles progresos de esta ronda de negociaciones, pero indican que las nuevas advertencias científicas acerca de amenazas al océano deberían servir para fijar las mentes de los negociadores en la urgencia de adoptar un tratado. La coordinadora de la High Seas Alliance (HAS), Peggy Kalas, ha recordado que solo quedan 12 años si se quiere mantener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados y que las predicciones cada vez más confiables de consecuencias catastróficas para el océano en caso de superarse ese umbral.
"Se trata de una voz de alarma que vuelve a recordarnos por qué es tan urgente la adopción de este tratado: la alta mar abarca medio planeta y es vital para el funcionamiento del océano entero y de toda la vida sobre la Tierra. Esperamos fervientemente que se realicen progresos para lograr un primer borrador del texto del tratado en esta ronda", ha concluido.